Es de suma importancia revisar a nuestros peludos a la vuelta de los paseos, ya que las espigas, pueden quedar alojadas en zonas que ni te imaginas (oídos, encías, ojos, patas, cola, zona vulvar y prepucial). El principal problema de las espigas, es su morfología en punta de flecha, la cual es aprovechada por la misma, para una vez clavada, penetrar en cualquier tejido apenas sin esfuerzo alguno.
La reacción inflamatoria que producen, es alarmante, en ocasiones suficiente para generar molestia en nuestros peludos que puede llamar nuestra atención, pero en muchas otras ocasiones, llegan a penetrar invadiendo el tejido subcutáneo e incluso muscular, produciendo graves infecciones.
Todos están expuestos a las espigas durante los paseos, pero generalmente son más afectados los animales de pelo largo, o aquellos que tienen más pelo localizado en la zona interdigital y en el conducto auditivo.