Iba con una amiga a tomar un helado a una playa de Valencia cuando se cruzó por la carretera un perrito pequeño blanco. Paramos para ver si estaba bien, se había perdido o necesitaba ayuda y al ir a buscarlo terminamos delante de una perrera.
Entramos las dos y llegamos a la zona donde estaba Gala, en una jaulita con otros dos perritos pequeños.


Me vio y se puso como loca, intentando salir por las rejas de la jaula mientras yo la tocaba como podía. Por suerte el chico de la perrera se dio cuenta y la dejó salir, se pegó a su pierna sin dejar de mover la cola hasta que dije «me lo llevo» y la cogí en brazos para sacarla de allí.
A la salida otro señor me pidió mis datos y me preguntó que sexo tenía Gala, que con la emoción ni lo habíamos mirado y también me preguntó si tenía correa ¿como iba a tener si iba a tomar un helado?.


Subimos al coche, Gala la verdad que olía fatal, así que con una tarde bastante fría llegamos a casa con las ventanillas del coche bajadas y directamente a la ducha.


A los pocos días nos dimos cuenta que estaba enfermita y cuando llamé a la perrera para preguntar si había algún brote de alguna enfermedad o que vacunas le habían puesto no conseguí hablar con ellos, así que llamé al ayuntamiento del pueblo y pregunté por el teléfono de la perrero por si tenían otro o lo habían cambiado. ¿Se supone que los ayuntamientos controlan estas cosas, no? Me respondieron «no tenemos el teléfono, pero no creo que les pongan vacunas porque… ya sabes lo que hacen con los perros allí». Respondí que «no» sintiéndose muy estúpida… «los matan».


Gala ya tiene más de 10 años y en ese momento mucha gente no sabía lo que pasaba en las perreras. Seamos responsables para que ningún peludo se vea en una situación similar.

En este momento Gala es una perra exageradamente feliz.

Cuéntanos tu historia…

Valeria Suárez
Author: Valeria Suárez

Soy una apasionada de la comunicación y las nuevas tecnologías. Fundadora del estudio de comunicación y diseño Komunikrea, y siempre buscando nuevos proyectos. He trabajado durante más de 10 años en la comunicación de productos para animales de compañía de varios laboratorios. Amante de los deportes y comparto mi vida con dos peludas Gala y Uma.